control babeo

MI HIJO BABEA

Decimos que nuestro hijo  babea cuando la saliva rebosa más allá de sus labios. Si se escapa la saliva de la boca  de manera involuntaria, con bastante frecuencia y si es incapaz de controlarla, lo llamamos Sialorrea.

Segun Le Métayer (1995) existen tres tipos de babeo: El babeo por olas en el que el volumen de saliva que se vacía de la boca es considerable. El babeo por hilo continuado en el que se derrama la saliva  hacia el exterior de forma continua,  y el babeo en pequeñas gotas en el que se derrama la saliva  hacia el exterior  de esta forma.

Es normal en niños menores de dos años y muy habitual que aumente el babeo cuando al bebé le están empezando a salir los dientes.

No se considera normal en niños mayores de dos años sin daño neurológico, considerándolo patológico cuando se presenta de forma habitual, no puntualmente por una infección  de vías respiratorias, un proceso alérgico u otras causas.

 

¿Por qué mi bebé babea?

La razón principal es porque nuestro hijo no ha aprendido aun a tragar la cantidad de saliva que segrega y entonces rebasa en forma de baba.

Cuando el bebé traga la leche, lo hace tras unos movimientos de succión. Es decir, el tragar se produce como un movimiento reflejo después de mamar.

Los niños aprenden a tragarse la saliva, cuando adquieren destrezas psíquicas y un control notable de cabeza y tronco, así como la habilidad de ser consciente de la necesidad de tragar y de tener una buena coordinación a la hora de respirar y tragar saliva.

Otras razones por las que nuestro bebé babea puede deberse a una producción excesiva de la saliva y a la incapacidad para retenerla en la cavidad bucal.

 

¿Cómo actuar cuando nuestro hijo Babea?

Si la boca de nuestro hijo esta muy mojada, debemos de secarla, pero el modo de hacerlo es importante.

No debemos empujar la cabeza del niño hacia atras cuando le limpiemos, ni tampoco  limpiarle la boca  muy frecuentemente si no es necesario.

Evitemos limpiarle la boca sin mostrarle primero el pañuelo, siempre de frente a él y nunca por detrás.

No aburramos al niño diciéndole todo el tiempo que trague, los niños se hacen conscientes y se angustian, pues en ocasiones les es imposible tragar con la boca abierta o están cansados y no pueden hacerlo.

En cambio si procuraremos que el niño este bien sentado y en buena posición. Usaremos pañuelos pequeños, suaves y absorbentes que solo toquen la boca de nuestro bebé.

Limpiarle de una manera lenta y delicada dando tres pequeños toques de presión,

Si el niño es más mayor y es consciente de su babeo le daremos el pañuelo para que se limpie el mismo, siempre que se seque le reforzaremos positivamente.

Recomendaciones

Para evitar la aparición  del babeo o su permanencia en el tiempo más allá de las etapas en las que se considera normal desde  Elena Anero, Logopeda Clínica recomendamos que es importante favorecer  un tono muscular adecuado en las estructuras relacionadas con la alimentación y el lenguaje. Esto se favorece por ejemplo no manteniendo mas allá de lo recomendable una alimentación blanda, ya que el niño que mastica poco es susceptible de padecer sialorrea.

Recomendamos favorecer una respiración nasal, recuerda que los niños que realizan habitualmente una respiración oral, por ejemplo si están  congestionados, les sera imposible mantener la boca cerrada, lo que hará que la lengua se adelante y con ella la saliva siendo más costosa su deglución

Otro de los consejos que ofrecemos es una rutina de limpieza de dientes. La estimulación causada por el cuidado del cepillado de dientes puede ayudar a los niños a aprender a controlar su saliva.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

respirar por la boca

EL SÍNDROME DEL RESPIRADOR ORAL

¿En qué consiste?

En respirar por la boca y no por la nariz, este hecho es un problema serio. Tanto que debería  preocupar a los padres, dentistas y otorrinolaringólogos.

Los efectos en la salud oral y en general de respirar por la boca de manera habitual,  pueden ser muy perjudiciales. Especialmente cuando afectan a los más pequeños.

Respirar hace que el oxígeno llegue a los tejidos y se retire el dióxido de carbono producido por la actividad metabólica celular. Este proceso es necesario para mantenernos con vida.

Cuando se presentan dificultades para respirar y llevar el aire a través de las fosas nasales, este acto involuntario  se convierte en un problema para el paciente donde  podría llegar a coger el aire por la boca.

¿Cuáles son las causas y a quién afecta?

Las personas que toman aire por la boca habitualmente se debe a diferentes causas. La obstrucción de la vía aérea superior, alteraciones anatómicas, flacidez en la musculatura perioral o por diferentes hábitos viciosos que tiene el niño son algunas de las causas más comunes. La respiración oral puede afectar tanto a lactantes, como a niños y a adultos.

Es verdad que las personas podemos respirar por la boca, en momentos puntuales como cuando hacemos ejercicio o hablamos. El hacerlo de forma habitual cuando dormimos o estamos en silencio es considerado científicamente como una disfunción por hábito. Esta demostrado que, los respiradores bucales por mal hábito son pacientes que en algún momento tuvieron un factor obstructivo. Como consecuencia de ello, se acostumbraron a respirar de forma no fisiológica.

¿Cómo saber si mi hijo es respirador oral?

Se considera respirador oral a todo niño que respira habitualmente por la boca, cuando está en silencio o cuando duerme. No siempre es fácil discriminar por donde respira nuestro hijo. Ver a un niño con la boca abierta no quiere decir que esté respirando por ella.

Para asegurarnos de que el niño es respirador oral, nos deberemos de fijar en otros rasgos característicos como son:

Ruido al respirar: Lo normal es hacer una respiración silenciosa. Cuando se escucha ruido al respirar de manera habitual y el niño no está resfriado es uno de las factores a tener en cuenta.

Niños cansados: No suelen descansar cuando duermen por presentar apneas obstrucctivas del sueño, suelen presentar ojeras. Este cansancio acumulado puede afectar a la atención, cierta irritabilidad, impulsividad, dificultades de concentración…Todo esto puede llegar a repercutir, y no muy favorablemente, en el rendimiento escolar del pequeño

Alteraciones posturales: Los niños que respiran por la boca, inclinan la cabeza hacia atrás. Sus hombros se observan encorvados  hacia delante y el  pecho hacia dentro.  Este patrón  es un mecanismo inconsciente para facilitar y aumentar la cantidad de aire que entra por la boca. Esto repercute en que se altera el tono muscular de la cara, lo que ocasionan distintas malformaciones.  También se observan alteraciones en la morfología de la cara y, por extensión, en el lenguaje.

Alteraciones en el lenguaje: Son niños que se les entiende con dificultad. Una de las posibles causas es que la lengua se encuentre en una posición atípica, permaneciendo en el suelo de la boca o incluso entre los dientes (lo que daría lugar a una malformación en la implantación dentaria). Este posicionamiento de la lengua puede ocasionar problemas para articular algunos fonemas. Los sonidos que especialmente se alteran son  el sonido /s/, que  se sustituiría por el fonema /z/. Esta posición incorrecta de la lengua, junto a la falta de fuerza de los labios, puede también ocasionar problemas a la hora de comer (deglución atípica).

Alteraciones en la fisonomía de la cara: Cuando un niño toma aire por la boca, en lugar de hacerlo por la nariz de forma natural, se ven alterados también distintos aspectos de su anatomía. Esto va a influir en la correcta producción del lenguaje oral. Por ejemplo, si el niño desde muy pequeño se acostumbra a llevar a cabo la respiración bucal, se pueden producir trastornos en el desarrollo del paladar (llegando a ser estrecho y hundido) y de la mandíbula. Otra consecuencia de estar en todo momento con la boca abierta es que los labios pierden su tonicidad. Esto podría dificultar el habla.

 

Desde Elena Anero, logopeda Clínica, te recomendamos que estés atento a como respira tu hijo, si se levanta cansado, si presenta algún fonema distorsionado, si en ocasiones babea o cualquiera de las causas anteriormente citada. por que todo esta relacionado y puede afectar negativamente al rendimiento escolar de vuestro hijo.