¿TENDRÁ DISLEXIA?

Dislexia la gran desconocida.

La Dislexia afecta al 10% de la población, es un trastorno que provoca un alto número abandono escolar. Gran parte del alumnado que presenta dicho trastorno, termina abandonando el sistema si no se le proporciona la ayuda necesaria.

El concepto de Dislexia está relacionado con las dificultades en el aprendizaje. Se produce en el aprendizaje de la lectoescritura y presenta un carácter persistente que se manifiesta en niños debido a alteraciones del neurodesarrollo según las investigaciones y estudios realizados sobre el tema.

La dislexia afecta a la capacidad lectora y las habilidades en la escritura. Provoca que el alumno comience a tener problemas en su proceso de aprendizaje en las distintas materias escolares.

¿Qué síntomas presentan los niños que padecen algún tipo de dislexia?

La lectura y la escritura se convierten en actividades que requieren una concentración elevada que termina desencadenando sensación de cansancio y les lleva a desconcentrarse. Esto les lleva a rechazar este tipo de tareas.

Para padres y profesores esta actitud puede traducirse en desinterés por parte del alumno, que ante la falta de diagnóstico de este trastorno, intentarán presionarlo para que alcance niveles de desarrollo del aprendizaje similares a los del resto de sus compañeros de aula.

La Dislexia no sólo se manifiesta a través de las dificultades en la lectura o la escritura, también podrán presentar, problemas en la compresión, en la coordinación y psicomotricidad, la memoria a corto plazo, etc.

Para poder realizar una detección temprana , debemos observar, si aparecen estas dificultades:

  1. Ha presentado retraso en el habla anteriormente.
  2. Sigue confundiendo palabras o fonemas que tienen una pronunciación similar.
  3. Tiene dificultad para identificar las letras.
  4. Escribe con frecuencia letras y números en espejo.
  5. Dificultad para memorizar los números, el abecedario, los días de la semana…

Diagnosticar este tipo de trastorno del aprendizaje se convierte en una tarea compleja. Es conveniente esperar hasta la mitad del primer ciclo de Educación Primaria, para poder realizar un diagnóstico fiable. Para empezar la rehabilitación, si se sospecha de un posible trastorno del aprendizaje,  es preferible acudir al profesional lo antes posible para no esperar a que las dificultades aumenten y el retraso llegue a los dos años de desfase.

El tratamiento para los diferentes tipos de dislexia

La dislexia no es un trastorno que dependa de la actitud del alumno por lo que es fundamental el trabajo conjunto entre padres y profesores para conseguir mejorar su motivación y rendimiento escolar.

La intervención y el tratamiento de este tipo de trastornos estarán basados en el re-aprendizaje de la lecto-escritura pero siempre de una forma adaptada a las posibilidades del menor. Enseñamos a reconocer los sonidos de las palabras, es decir, a conectar las letras con los sonidos, separar los sonidos de las palabras y mezclar sonidos para formar palabras. En conjunto, estas habilidades permiten a los niños pronunciar palabras que no conocen. Los logopedas llamamos a estas tareas  estrategias para desarrollar la conciencia fonológica y otras habilidades lectoras. Por ejemplo, podrían trabajar en hacer rimas. O podrían ayudar a los niños a reconocer sílabas haciendo que aplaudan cuando escuchan las sílabas que forman su nombre entre otros ejercicios. Los alumnos cuya conciencia fonológica es deficiente tienen problemas para reconocer y trabajar con los sonidos que conforman las palabras. Es mucho más probable que tengan problemas para aprender a leer.

 

dificultades de aprendizaje

Adaptaciones escolares para niños con Dislexia

¿Cómo un  profesor puede ayudar a los niños con dislexia?

Los niños con dificultades en lectoescritura  suelen sentirse mal dentro del aula. Es el profesor el encargado de revertir esta situación o de no llegar al punto de que el niño rechace leer o incluso ir al colegio.

Si tú como profesor o como padre, haces  una escucha activa a los niños con dificultades de aprendizaje en lectura y escritura, ellos mismos, te darán las pautas para entenderlos.

A lo largo de mi experiencia con niños con dificultades de lectoescritura, he sacado algunas conclusiones que ellos mismos cuando les das confianza,  te comentan para poder ayudarles.

Suelen decir que no les gusta  leer en voz alta porque el resto de la clase les mira, prefieren leer en voz baja.  Les gustaría que les dieran tiempo para preparárse los textos con antelación,  son niños que les gusta leer  en alto como el resto de la clase, pero no tienen las herramientas suficientes.

En su comunión cuando les toca leer lo pasan mal, aunque otros  se aprenden el texto antes de la ceremonia para no cometer errores. (buscan estrategias).

A la mayoría  les gustaría que les  leyesen el examen antes de empezarlo  y que les dieran más tiempo para realizar los controles ya que  nunca les da tiempo a terminarlos.

No les gusta que les corrijan los dictados porque todo su texto aparece en rojo. Les gustaría que le dijesen antes como se escribe las palabras en las que dudan.

¿Qué debemos exigir como padres?

Se trata de facilitarles la carga de lectoescritura para que  no interfiera en los conocimientos.

Lo que proponemos no es que eliminemos la lectoescritura de sus vidas  porque en esta sociedad  necesitamos aprender a leer y escribir. Se trata de que la  lectura y la escritura  se trabajen para que sea funcional pero tener otros recursos de apoyo que les faciliten los conocimientos ( imágenes, vídeos, audios, juegos didácticos…).

Estos niños no tienen dificultades para aprender conocimientos, es más son niños que les gusta aprender y tienen muchas curiosidades.

Desde Elena Anero, logopeda Clínica proponemos dichas adaptaciones dentro del aula.

  • Que estén sentados cerca del profesor con buena luz  y con buena visibilidad.
  • Adaptación del examen, darles mas tiempo,  que respondan de manera oral, hacer el examen en dos días,
  • Evitar copiar de la pizarra.
  • Los textos escolares, dárselos también en audios,vídeo o en otros formatos.
  • Adaptar la cantidad de deberes.
  • Revisarles las agendas, pues no apuntan la información correcta.
  • No obligar leer en voz alta o dejarles preparar el texto que le va a tocar leer.
  • Dejarles prepararse los  dictados.
  • No corregir en rojo. Corregir solo un aspecto  b/v o Z/C.